15 de febrero de 2021
Un recuperador de calor es un equipo, integrado en los sistemas de ventilación, que aprovecha las propiedades del aire que extraemos del edificio y lo intercambia (sin mezclarlo) con el aire de ventilación que impulsamos del exterior.
Es decir, es una máquina con dos ventiladores que sirve para pretratar el aire exterior reutilizando el calor residual del aire que se extrae. Un ventilador impulsa el aire procedente de la calle y el otro expulsa el aire, ya sucio, del interior hacia el exterior.
Un recuperador de calor, al pretratar el aire exterior (precalentarlo o preenfriarlo, según necesidad) reduce el consumo energético de toda la instalación.
En los espacios cerrados, y ahora más que nunca, es imprescindible renovar el aire para mejorar la calidad del ambiente interior. La renovación del aire, como ya hemos comentado en más de una ocasión, hay que hacerla, siempre que se pueda abriendo ventanas y puertas para crear corriente.
Aunque la ventilación natural es la más eficiente frente a los virus y partículas nocivas, eso no quita para que dentro del sistema de ventilación del edificio o local, exista un recuperador de calor.
Hasta ahora, como no se daba tanta importancia al ahorro energético, no se aprovechaba el aire que se expulsaba al exterior. Ahora en cambio, gracias a que sí se cuida nuestro Planeta, ese aire se pretrata y de esta manera, se consigue usar menos electricidad para la calefacción o refrigeración del nuevo aire.
Gracias a los recuperadores de calor, el ahorra energético puede ser de hasta un 60-70%. Para calcular la eficiencia de un aparato, tendremos que tener en cuenta el tipo de recuperador de calor y las condiciones ambientales del lugar.
Actualmente existen tres tipos de recuperadores, y cada uno, aportará un ahorro energético diferente, ya que la forma de trabajar de los recuperadores también lo será:
Además de tener en cuenta el tipo de recuperador, tal y como hemos comentado, las condiciones de temperatura y humedad (psicométricas) también serán un factor clave a la hora de medir la eficiencia de un recuperador de calor.
Según el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios, se indica que «en los sistemas de climatización de los edificios en los que el caudal de aire expulsado al exterior, por medios mecánicos, sea superior a 0,5 m3/s, se recuperará la energía del aire expulsado». Por lo tanto, habrá que instalar un recuperador de calor cuando exista un caudal de extracción de 1.800m3/h.
Y recuerda, un instalador certificado y autorizado será el mejor profesional que te pueda asesorar en tu instalación. Elige siempre especialistas.
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