25 de julio de 2019
¿Son compatibles el aire acondicionado, la eficiencia y el respeto al medio ambiente? Está claro que sí. Desde que se inventó a principios del siglo pasado, la historia del aire acondicionado ha vivido una revolución desde el punto de vista tecnológico y medioambiental. De hecho, hoy en día marcas comerciales de referencia como Kosner trabajan a diario para comercializar aparatos cada vez más eficientes y respetuosos con nuestro entorno sin perder ni una pizca de bienestar y de confort.
En la actualidad se utilizan dos tipos de gases refrigerantes en los sistemas de aire acondicionado doméstico y de uso terciario: el primero es el gas R-410A, que sustituyó al antiguo R22, un gas que tenía efectos perjudiciales sobre la capa de ozono. Y el segundo es el nuevo gas R-32. Aunque ambos cumplen las normativas internacionales, mantienen algunas diferencias desde el punto de vista de la eficiencia y el respeto al medio ambiente.
El R-410A fue adoptado por los fabricantes del sector tras la aprobación del Protocolo de Montreal, una directiva promovida por la ONU a finales de los 80 para contribuir a eliminar las sustancias que dañaban la capa de ozono. Desde que se aprobó esta normativa, los fabricantes lo fueron incorporando progresivamente hasta el punto de que, hoy en día, el R-410A es uno de los gases refrigerantes más utilizados en aparatos domésticos y de uso terciario.
Pero el sector es cambiante, la tecnología avanza y las normativas también. La reciente aprobación de un reglamento de la UE sobre uso de gases de efecto invernadero ha impulsado a los fabricantes a incorporar de forma progresiva el R-32. Se trata de un gas puro, lo cual facilita su reciclaje y reutilización, y que, como el R-410A, tiene una incidencia nula sobre la capa de ozono, pero cuenta con un Potencial de Calentamiento Atmosférico (PCA) inferior al de su predecesor. ¿Eso en qué se traduce? Que en el hipotético caso de que el circuito del aire acondicionado sufriera una rotura accidental que provocara una fuga, el impacto sobre el medio ambiente sería menor.
Sin embargo, las diferencias entre ambos no solo son de tipo medioambiental: el R-32 ofrece niveles de eficiencia energética superiores a los del R-410A, y es un gas que tiene una baja inflamabilidad, es decir, que en caso de vertido no puede provocar un fuego o propagar una llama por sí solo. En el caso del R-410A, se trata de un gas totalmente incombustible en cualquier circunstancia. Y por último, ambos tipos de equipos son fáciles de instalar, aunque los instaladores de los sistemas que utilizan el nuevo gas R-32 necesitan herramientas específicas.
¿Tienes ya una idea de cuál de las dos opciones te interesa más? Recuerda que en la actualidad los aparatos de aire acondicionado que utilizan R-32 y R-410A conviven con naturalidad en el mercado. Aunque cada uno tiene sus propias ventajas, los dos cuentan con prestaciones similares, y por eso las principales marcas comerciales como Kosner incluyen las dos opciones en su catálogo de producto.
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