Climatización en gimnasios: el mejor ambiente para hacer deporte

Un hábito saludable que debe de realizarse en un espacio especialmente preparado y donde la climatización juega un papel vital. Acudir al gimnasio para practicar deporte es una experiencia placentera que  personas de todas las edades realizan a diario.

La climatización de gimnasios debe de tener en cuenta la particular estructura de estos espacios donde conviven zonas muy diferenciadas como vestuarios y duchas con salas de actividades, multiusos, etc. Además la instalación puede contar con piscinas, saunas, instalaciones de spa o hidrotermales que precisan de una climatización especial.

TEMPERATURA IDEAL

Centrándonos en el gimnasio, la primera variable a tener en cuenta es la temperatura. Según diversos estudios, el rango térmico para la práctica deportiva en interior se sitúa entre los 20º y los 22ºC. Por encima o por debajo de ese nivel aumentan las posibilidades de lesiones y la actividad, por exceso de frío o calor, deja de ser placentera, con las consiguientes quejas de los usuarios.

Los equipos de climatización deberán de establecer un rango de temperatura constante válido para las zonas de actividades, pesas, etc. donde se produce el mayor tránsito de personas que realizan deporte. Además esta temperatura permitirá el confort, no sólo de los que están realizando ejercicio –su necesidad térmica disminuye- sino de quienes han terminado su ejercicio y están realizando estiramientos o de los que llegan del exterior y están calentando o no han comenzado su ejercicio.

EQUIPOS FIABLES Y FLEXIBLES

Combinar tecnología, flexibilidad y fiabilidad es necesario; Tecnología responder con eficacia y eficiencia energética; Flexibilidad para adaptarse a las diferentes actividades del gimnasio y necesidades; Fiabilidad para instalar equipos que respondan en un horario muy amplio y de manera ininterrumpida, prácticamente todos los días y a todas horas, excepto en horario nocturno.

AIRE PURO, AIRE SANO

Realizar deporte en un ambiente “saludable” con un aire en buenas condiciones se hace indispensable. El tránsito de personas en un gimnasio es constante y además la sudoración, la humedad y otros factores pueden, si no se toman medidas, provocar una sensación de “ambiente cargado” que no es saludable y tampoco confortable.

Por ello, las unidades interiores deberán incorporar sistemas de filtrado y renovación para ser capaces de responder al mantenimiento de la pureza del aire, la eliminación de partículas en suspensión, malos olores, etc. que permitan la creación de una “atmósfera agradable y saludable” para el usuario en todo momento, independientemente de la ocupación del espacio o de la hora en la que se está practicando el ejercicio.

EFICIENCIA ENERGÉTICA

Además de las prestaciones técnicas orientadas al usuario, el sistema de climatización instalado deberá comportarse de una forma eficiente. La exigencia sostenida durante horas y horas de apertura continuada no debe de estar reñida con la eficiencia energética. Contar con una instalación eficiente redundará en una disminución de la factura de la luz para el propietario, sin que eso suponga la pérdida de confort para los usuarios del centro.

Para lograr reducir el consumo energético y más allá de exigencias normativas, el sistema debe ser chequeado de forma periódica y los responsables de su funcionamiento conocer con detalle cómo utilizarlo. Sólo así un equipo profesional podrá responder y tener una “mayor vida útil” contribuyendo a que el gimnasio sea un espacio agradable y placentero.

¿QUÉ SISTEMA CUMPLE TODAS ESTAS CARACTERÍSTICAS?

Los sistemas de refrigerante variable (KRV) se adaptan perfectamente a todas las necesidades que acabamos de comentar. Además, permiten configurar hasta 64 unidades interiores, lo que facilita que cada espacio pueda tener su unidad interior independiente. Y como la instalación de las líneas de refrigerante alcanza los 200 metros entre la unidad exterior e interior, se flexibiliza enormemente el diseño de los proyectos.